Los pagos sin contacto son fáciles. Simplemente debes acercar tu tarjeta sin contacto a la terminal habilitada.
Son rápidos y convenientes de usar en lugares donde necesites pagar y seguir rápidamente tu camino. Y, al igual que una transacción con tarjeta de chip, cada transacción que se realiza con una tarjeta sin contacto va acompañada de un código de un solo uso que protege la información de pago. Por eso los pagos sin contacto también son seguros.
A diferencia del efectivo, los pagos sin contacto te permitirán llevar un mejor control de tus compras. Podrás hacer lo mismo que harías con otras tarjetas Visa, incluso añadir una propina, recibir efectivo (cash back) si el servicio estuviera disponible, y mucho más.